¡No tengo tiempo!

¿Qué hacer cuando no tenemos tiempo para hacer lo que queremos?

Me encanta comparar este cuestionamiento con la frase común, ¿qué fue primero el huevo o la gallina?, es decir, ¿primero encontramos el tiempo o primero definimos prioridades?

Hace poco tenía una junta con mi equipo, en donde tratábamos de identificar la forma de dar mayor valor en una cuenta en particular, dentro de esa sesión identificamos que había una parte muy importante del proceso que no se estaba llevando a cabo y que estaba impactando de manera directa el resultado final.

Al tratar de identificar el origen de ello, me topé con una respuesta interesante: “no hemos encontrado tiempo para ello”.

Esta perspectiva me parece muy relevante y de hecho más común de lo que creemos. Constantemente en pláticas profesionales o personales vemos como mucha gente no ha podido hacer esto o aquello por falta de tiempo, lo más irónico de ello es que la mayoría de las veces, la gente está genuinamente convencida que realmente es la falta de tiempo la razón que les impide hacer lo que desean.

Y es importante aclararlo, dado que todos tenemos 365 días en un año, con la misma cantidad de horas y minutos cada uno, sin embargo, la utilización del tiempo varía de persona a persona, y es común que son precisamente las personas más ocupadas las que más encuentran tiempo para hacer lo que quieren en su vida.

Es decir, ese tipo de personas son aquellas que deciden cada paso y que se responsabilizan de las decisiones que toman cada día.

La razón por la que no encontramos tiempo para algo, es en realidad que no le hemos dado la prioridad respectiva, lo que permite que otras acciones se antepongan a ello, sobre todo cuando se intentan hacer cosas por periodos prolongados de tiempo sin éxito, o sin avanzar tan solo un poco en el camino hacia esa meta.

No tengo tiempo

Foto: Icons8 Team

En el caso del ejemplo que menciono, el no realizar esa parte del proceso se derivó en re-trabajo para todos, sin embargo, nos dejó una gran lección que hará que pongamos mayor énfasis en no volver a omitirla o en su momento sustituirla por algo todavía mejor. Sin embargo, en cada una de nuestras vidas debemos acompañar nuestros deseos con acciones, si algo nos parece relevante, y deseamos realizarlo debemos asignarle la prioridad y como consecuencia designaremos el tiempo para ello, no importa si es una meta personal, profesional, familiar o de cualquier otro tipo, lo primero es reconocer su importancia, y después determinar los pasos, momentos y horarios que le asignaremos para llevarla acabo; o en su defecto reconocer que no tiene la suficiente prioridad para nosotros y avanzar, sin lamentarnos por algo que está absolutamente en nuestra manos.

Previous
Previous

¿Qué hay detrás de una cinta negra? La historia de un gran sueño (que me tomó 23 años alcanzar)

Next
Next

Pedir ayuda